VENDÉE GLOBE 2020-21
LOS SKIPPERS:
THOMAS RUYANT-”LINKEDOUT”
No está en los hábitos de Thomas Ruyant permanecer inactivo por mucho tiempo. Decidido a retomar la Vendée Globe en 2020, no dudó mucho en decidir que se construyera un nuevo barco, incluso antes de encontrar los socios que lo patrocinarían. Con el apoyo de algunos inversores que habían disfrutado especialmente de su talento en la Vendée Globe de 2016, Thomas pidió a Guillaume Verdier que diseñara un foiler de última generación capaz de rivalizar con los mejores y, por qué no, alcanzar la victoria.
Al hacerlo, el regatista sigue siendo fiel al enfoque que siempre lo ha impulsado desde que comenzó a competir en las regatas off-shore. Ya sea en la Mini-Transat que ganó con éxito en 2009 o en la Ruta del Ron en 2010, el navegante del norte de Francia ha construido sus proyectos con método siempre buscando la excelencia. La receta: apoyarse en un grupo de personas de confianza y asegurarse de construir proyectos económicos sin limitar los objetivos de rendimiento.
El resultado es claro: el método funciona. Con una Mini-Transat, una Route du Rum en la Clase 40 y una Transat AG2R en la Figaro, sólo se necesita una victoria en la IMOCA para que Thomas se convierta en el primer regatista que gane las tres grandes categorías en las regatas off-shore. Mientras tanto, todavía tiene que terminar una Vendée Globe. La edición de 2016 terminó para él en un puerto de Nueva Zelanda, donde logró recuperar su barco seriamente dañado tras chocar con un OVNI. Esto le ha dejado inevitablemente con una sensación de asuntos pendientes. Esta vez, tiene la intención de defender sus posibilidades hasta el final… en la vanguardia de la regata.
EL BARCO:
El nuevo prototipo de Thomas Ruyant está de acuerdo con sus aspiraciones. Para diseñar su prototipo, el navegante del norte de Francia recurrió a Guillaume Verdier, que ya era el arquitecto de su barco Class40 cuando ganó la Ruta del Ron. De esta relación de confianza nació un nuevo barco, simple y particularmente funcional. No hay opciones extremas en el diseño de este monocasco, sino un gran número de pequeños detalles que corresponden al toque personal del navegante. Serán necesarios casi tres meses en el mar, por lo que el barco y el patrón deben ser uno y el mismo. Convencido de que los límites de las prestaciones podrían ser más humanos que técnicos, Thomas ha prestado especial atención a la ergonomía del monocasco. Sentirse en línea con su barco es también un factor clave de éxito.
FUENTE Y FOTOS:
Vendée Globe