INVESTIGADORES DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN GUÍAN A LAS PROMESAS DE LA RFGV EN SU PREPARACIÓN FÍSICA
En un proyecto I+D en el que trabajan con los regatistas del programa de tecnificación.
Definen el plan de entrenamientos y coordinan su ejecución.
A diferencia de otras disciplinas deportivas, los aspectos técnicos y tácticos son en la vela más determinantes para el resultado final que el rendimiento físico de los deportistas. No obstante, en las competiciones de más alto nivel, el óptimo desarrollo físico de los regatistas resulta clave a la hora de extraer las máximas prestaciones a la embarcación. Partiendo de esta idea, investigadores del Laboratorio de Rendimiento Deportivo, Condición Física y Bienestar de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte trabajan, en el marco de un contrato de I+D, en la evaluación, diseño y ejecución de un programa de preparación física para los integrantes del programa de tecnificación de la Real Federación Gallega de Vela.
El proyecto abarca tanto el diseño y el desarrollo de las sesiones de entrenamiento, como la realización de una serie de evaluaciones del rendimiento a los deportistas y el apoyo a los técnicos de la federación en la planificación anual del entrenamiento. En el participan 20 chicos y chicas, seleccionados para el programa de tecnificación CGV-CGTD de la federación, del que forman parte “regatistas de toda Galicia”, como explica su director deportivo, Bruno Gago. Se trata de regatistas que obtienen una bolsa por sus resultados y que se forman como deportistas de alto nivel en las instalaciones del Centro Gallego de Vela (CGV), en Vilagarcía de Arousa, así como, en tres de los casos, en el Centro Gallego de Tecnificación Deportiva (CGTD), en Pontevedra.
“Son jóvenes de 16 y 17 años, con los que el trabajo, a veces, no es tan específico, sino orientado a un desarrollo motor básico con el que evitar descompensaciones y generar una mejor condición intra e intermuscular, que es lo que después les va a permitir dar un salto de calidad”, explica el decano de la facultad y coordinador de estos trabajos, Óscar García. Con la participación del integrante del laboratorio Ginés Martínez, el proyecto tiene como punto de partida la realización de una serie de evaluaciones de rendimiento, “orientadas al sistema neuromuscular y desarrollo motor” y que abarcan pruebas de potencia, fuerza máxima, velocidad, agilidad, movilidad articular, control postural y asimetrías laterales y funcionales. En base a los resultados, se define el plan y las sesiones de entrenamiento que coordina Martínez y que se llevan a cabo tres veces por semana en el CGTD, en este con los tres deportistas del programa que se forman en este centro. Martínez acude, a su vez, al CGV, donde se desarrollan “los entrenamientos específicos” con el conjunto de regatistas, explica Gago, posibilitando así “un seguimiento al completo” de los 20 participantes.
Un salto de calidad
“El año pasado tuvimos una experiencia piloto con ellos y fue francamente bien”, reconoce García de las sesiones de trabajo físico llevadas a cabo por Martínez con los regatistas del CGTD que comenzaron ya la pasada temporada. “Pienso que dimos un paso adelante muy grande en la búsqueda del rendimiento y la optimización”, añade Gago, que incide en que este proyecto les permite “crecer en la dirección del ámbito rendimiento”, un ámbito en el que la vela en Galicia tiene “mucho margen para mejorar”, ya que, por ejemplo, tan solo cuenta con regatistas en el CGTD desde hace cinco años.
«Sí que es cierto que, por las especificaciones de nuestro deporte, la parte técnica a la hora de llevar la embarcación y la parte táctica son muy determinantes, pero esto es así a niveles básicos”, destaca Gago. “A partir de ahí, el crecimiento físico de los deportistas marca la diferencia, tanto en la prevención de lesiones como en el aumento de fuerza para conseguir sacar un mejor rendimiento a las embarcaciones”, subraya el director técnico de la federación.
En este punto, el trabajo de los investigadores de Ciencias de la Educación y el Deporte centra, en primer lugar, “la mayor carga de trabajo en el desarrollo de los propios jóvenes”, como explica García. El objetivo, señala, es “construir unos cimientos potentes”, que permitan evitar, por ejemplo, “que un regatista tenga una escápula alada (hueso plano que se encuentra en el hombro con posible lesión por sobrecarga), ya que después cuando la intensidad del viento sea mayor y tenga que cobrar driza, va a tener dificultades”, para a partir de ahí comenzar a trabajar ya en “aspectos específicos” relativos a las necesidades de este deporte en términos de rendimiento físico.
FUENTE Y FOTOS:
Prensa RFGV
Uvigo