VENDÈE GLOBE 2024
LOS QUE VAN RÁPIDO LLEGAN LEJOS, LOS QUE VAN DESPACIO VAN MEJOR?
Tras 24 horas en las que se han batido a bombazos hasta el punto de mejorar una vez más el récord de mayor distancia recorrida en 24 horas, ya batido hace tan sólo unos días por Nicolas Lunven (Holcim – PBR) con un total de 551,84 millas engullidas por Yoann Richomme (PAPREC ARKÉA), los líderes de la Vendée Globe empezaron a atravesar este miércoles los Doldrums. Siempre temida por los navegantes, esta zona de convergencia intertropical, que se caracteriza por una fuerte inestabilidad meteorológica y complica especialmente las proyecciones de navegación, promete ser muy «activa». ¿El reto para los navegantes? Salir de ella con los menores daños posibles. Tanto más cuanto que cuanto antes consigan salir de esta depresión, más posibilidades tendrán de beneficiarse de unas condiciones excepcionales en el Atlántico Sur.
Y ¡bum! El récord de 24 horas en solitario en monocasco, batido entre el 12 y el 13 de noviembre por Nicolas Lunven frente a Portugal, ha vuelto a caer. En efecto, entre las 08h30 de ayer y las mismas de hoy, Yoann Richomme ha recorrido un total de 551,84 millas a una impresionante velocidad media de 22,9 nudos. A la espera de la certificación oficial de la WSSRC, este rendimiento, que mejora el anterior en 5,24 millas, augura actuaciones aún más locas en esta 10ª edición de la Vendée Globe. De hecho, es muy probable que los navegantes y sus máquinas sigan sorprendiéndonos en esta vuelta al mundo. En el futuro inmediato, sin embargo, hay otro gran problema al que hacer frente: los Doldrums. Los primeros ya han empezado a toparse con ellos. En cabeza desde ayer por la mañana, Sam Goodchild (VULNERABLE) fue lógicamente el primero en sufrir un frenazo hacia las 6, antes de ser seguido gradualmente por sus rivales más cercanos.
Una zona inestable y en ocasiones peligrosa
La buena noticia es que este frente intertropical podría no molestarles durante mucho más de 24 horas, la mala es que está resultando muy activo. Cumulonimbos, tormentas violentas, lluvias torrenciales, vientos flojos y variables… ¡no se librarán de nada! Nerviosa y físicamente, promete ser agotadora. “En los Doldrums, los marineros tienen que hacer malabarismos entre las borrascas, que pueden ser desagradables y repentinas, y las calmas.Esto significa que tienen que cambiar continuamente de velas y estar atentos a la más mínima agitación”, señala Jacques Caraës, ayudante del director de regata, que sabe por experiencia lo monumental que puede llegar a ser la zona. «Es algo que siempre se mueve mucho y de forma totalmente imprevisible.A menudo se dice que hay que llegar por el oeste porque es más fácil y luego salir por el este para tener un buen ángulo de progresión después, lo cual es un poco contradictorio.Así que hay que ser inteligente para llegar al lugar adecuado dentro, pero también una vez dentro”, comenta Louis Duc (Fives Group – Lantana Environnement), que en estos momentos está ajustando al máximo su trayectoria de aterrizaje cuando, en cabeza de la flota, la suerte ya está echada.
Cuando el desfase temporal corre el riesgo de asemejarse a la distancia
Llegando casi perfectamente alineados pero repartidos lateralmente a lo largo de 170 millas, Sam Goodchild, Sébastien Simon (Groupe Dubreuil), Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance), Yoann Richomme, Nicolas Lunven y Thomas Ruyant (VULNERABLE) no se comerán ciertamente todos con la misma salsa, y lo mismo ocurrirá con sus perseguidores, también bastante dispersos. «Siempre es una zona muy imprevisible.Hace tiempo que la observo en las cartas isobáricas.Veo que cada día es diferente y sobre todo imprevisible”, añade Louis Duc, que se dispone a cruzarla por cuarta vez en su carrera de navegante, mientras que algunos, como Violette Dorange (Devenir) y Oliver Heer (Tut Gut), se preparan para abordarla por primera vez, con la cabeza llena de interrogantes.
¿Entrega en 24 horas?
«Es un paso que no conozco en absoluto.Intento observar las cartas y entender cómo funcionan.Intento prepararme lo mejor posible.Sé que también va a haber cierta dosis de suerte.Creo que se van a barajar de nuevo las cartas”, avanzó el más joven de la regata, que deberá familiarizarse con la famosa Olla en las próximas 48 horas, momento en el que ya habrán terminado los punteros. De hecho, estos últimos deberían en principio -si es que se puede decir algo- dejarla a su paso mañana a mediodía, antes de encontrar un flujo de aire moderado del SE que les acompañe hacia el Atlántico Sur. El Atlántico Sur ya es objeto de mucha atención. Y con razón, la probabilidad de alcanzar una baja frente al Cabo Frío, en Brasil, y salir corriendo con ella hasta el Cabo de Buena Esperanza es cada vez más evidente para el grupo de cabeza. “Es un patrón que no vemos muy a menudo y que probablemente se consideraría perfecto para los cazadores de récords en grandes multicascos”, señala Jacques Caraës. De confirmarse esta hipótesis, no es seguro que el nuevo récord de 24 horas establecido este miércoles por Yoann Richomme se mantenga por mucho tiempo…
Fuente y Fotos:
Vendèe Globe