VENDÈE GLOBE 2024
DALIN DIRIGE EL DESCENSO HACIA LA DEPRESIÓN DE LA CARPETA MÁGICA
Thomas Ruyant (VULNERABLE) lideró la entrada de la flota de la Vendée Globe 2024 en el hemisferio sur ayer por la tarde a las 19:10:15h UTC, con lo que lleva un tiempo transcurrido de 11d 07h 08m 15s desde que comenzó la vuelta al mundo en solitario y sin escalas el domingo 11 a las 1202h UTC. El paso del líder hacia el Ecuador es el más lento desde al menos la edición de 2008-9.
Ruyant lideraba a primera hora de la mañana por sólo cuatro millas, pero tras beneficiarse de su posición más al Este, Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) ha vuelto a la cabeza esta mañana con Sam Goodchild (VULNERABLE) tercero a sólo cinco millas. A las 06:00 UTC de esta mañana, 14 barcos han cruzado la línea hacia el hemisferio sur. La remontada más notable ha sido la de Dalin, que se ha colocado segundo, pero el pelotón de cabeza es grande, compacto y muy igualado, lo que promete una emocionante regata hacia el Gran Sur. Sólo hay 80 kilómetros de distancia entre los 10 primeros. En 2020, Alex Thomson ya aventajaba a Ruyant en 80 millas.
Ron, chocolate y cerveza
Ruyant brindó por el Rey Neptuno con ron, Sam Goodchild con unos botones de chocolate de Granada, donde creció, Sam Davies, en el 11º esta mañana, con cerveza. Tradiciones cumplidas y ahora toca asegurarse de que se establece una conexión con la baja presión que se desarrolla frente a Cabo Frío, al norte de Río de Janeiro, la legendaria zona de ciclogénesis donde nacen las depresiones del Océano Antártico.
Ahora se dirigen hacia Fernando de Noronha con velocidades que oscilan entre los 15 y los 18 nudos. “Los barcos más al Oeste tienen un ángulo cerrado en el alisio del Sureste, lo que explica que las velocidades no sean muy altas”, explica Jacques Caraës en la dirección de regata.
Y de la regata para conectar con el Pierre Hays la dirección de regata sugiere: “Los primeros deberían alcanzarlo en 24 horas, aunque todavía es difícil estar seguros, los diez primeros deberían poder beneficiarse de ello”.
“Un ascensor que no se puede perder”
Así pues, éste es el gran reto que tienen ante sí todos los grandes patrones. Jérémie Beyou, que ayer se torció la rodilla, explica: «Es importante, es un remonte que no hay que perderse. Todos queremos coger esta pequeña depresión y escapar con ella”.
Davies (Initiatives Cœur) observa: “Es un escenario muy bonito. Si tenemos la suerte de atrapar esta depresión que sale de Brasil, podremos bajar rápidamente hacia el Cabo de Buena Esperanza, seremos catapultados a Sudáfrica. Eso nos permitiría cortar la ruta y cruzar rápidamente el Atlántico Sur”.
Seguimos lidiando con los Doldrums
Para el resto de la flota, los Doldrums siguen siendo una realidad. Diecisiete navegantes están fuera, el último Damien Seguin (Groupe Apicil). “Hay un buen pequeño rebote elástico en la salida entre estos barcos y los otros que progresan a menos de diez nudos”, explica Jacques Caraës.
En este segundo grupo, destaca Benjamin Ferré (Monnoyeur – DUO for a JOB), siempre tan perspicaz a la hora de describir la situación. Este fue el caso anoche mientras disfrutaba de una pasta de atún: “¡No estoy decepcionado por la experiencia de los Doldrums! Tuve enormes relámpagos, lluvia torrencial… Fue más aterrador que ventoso. No me sorprendió, pero estoy contento de haber pasado los primeros Doldrums de mi vida. Parece un gran cúmulo de nubes con luces locas. Las nubes se mueven y llevan barriles de agua. Por otro lado, me ha pillado varias veces en zonas de aguas tranquilas y beneficia a mis amiguitos. Y luego hace calor: en cuanto doy un paso en el barco, pierdo 10 litros de agua. Incluso dudo en poner un arrecife ¡porque hace mucho calor!”. Ferré sonríe y sigue adelante. Al mismo tiempo, la flota se estira un poco más. Ahora hay casi 700 millas entre la cabeza de la flota y Jingkun Xu (Singchain Team Haikou, 38º) y más de 1.300 millas con Szabolcs Weöres (New Europe, 39º), que le sigue por detrás.
Fuente y Fotos:
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