VENDÈE GLOBE 2024
SE REANUDA EL SERVICIO NORMAL…..
A menos de 350 millas de Point Nemo, Charlie Dalin está haciendo lo que siempre ha hecho en esta décima Vendée Globe: mostrar un poco de ventaja y abrir un pequeño margen mientras cruza el Pacífico a una media cercana a los 25 nudos a bordo del MACIF Santé Prévoyance. De estar ayer codo con codo con Yoann Richomme (PAPREC ARKÉA), Dalin tiene ahora más de 20 millas de ventaja y 40 sobre Seb Simon (Groupe Dubreuil).
El ritmo electrizante de los últimos días, los tres empujándose cada vez más en buenas condiciones, significa ahora que todos están por delante del tiempo récord de Armel Le Cléac’h en 2016 y muy probablemente establezcan una nueva marca para el Océano Pacífico cuando escapen en Cabo de Hornos quizás en Nochebuena o por ahí.
“Todavía quedan muchas cosas por hacer, nada es prohibitivo, incluso para los que van en cabeza, ¡recuerdo que hace cuatro años pasé mucho tiempo parado en Brasil!”, comenta Yannick Bestaven.
Los líderes tienen 600 millas de ventaja sobre el segundo grupo. Pero en términos del recorrido de la Vendée Globe en estos modernos barcos IMOCA, eso es casi nada. Yannick Bestaven, en la última regata, perdió más de 500 millas respecto a Dalin cuando se quedó varado frente a la costa sudamericana. Y considere que Sam Davies (Initiatives Coeur) y Clarisse Crémer (L’Occitaine en Provence) están ahora casi 600 millas por detrás de Justine Mettraux (TeamWork-Team Snef) cuando hace una semana ellos y Boris Herrmann (Malizia Seaexplorer) parecían unidos por pegamento.
Bestaven, ganador de la regata de 2020-21, está mostrando las mismas habilidades y el mismo empuje que marcaron su éxito en la última edición. Se ha desmarcado del grupo en el que estaba y está poniendo todo su empeño en alcanzar al segundo trío, Nico Lunven (HOLCIM PRB), Jérémie Beyou (Charal) y Thomas Ruyant (VULNERABLE), que le llevan unas 100 millas de ventaja, mientras que Herrmann no deja de ganar terreno,
“Mi posición en la flota, estoy bastante contento, ¡no estoy lejos del primer grupo perseguidor! Y detrás de mí tengo otro buen grupo perseguidor. Todavía quedan muchas cosas por hacer, nada es prohibitivo, incluso para los que van en cabeza, ¡recuerdo que hace cuatro años pasé mucho tiempo parado en Brasil! Lo principal es doblar el Cabo de Hornos lo antes posible, en unos nueve días”. Por su parte, el patrón del “Maître CoQ V” declaró: “Todo va bastante bien, hemos tenido unas condiciones bastante duras en los últimos días, pero me ha ido bastante bien. Físicamente, estoy en buena forma, mentalmente todo va bien también, ¡realmente no veo que el tiempo pase! Además, en realidad no tengo noción del tiempo, es más bien el barco y el tiempo los que dictan el tempo, los días pasan bastante rápido entre el tiempo, los ajustes, los pequeños trabajos de mantenimiento. ¿Qué aspecto tengo después de 5 semanas en el mar? No tengo espejo. Creo que tengo el pelo fatal, barba y estoy cubierto de sal”.
“Me he desmarcado un poco de los de atrás y estoy muy contento. De hecho, estaba compitiendo principalmente con el frente, había una zona de viento fuerte, no quería que me alcanzara porque se pronosticaban rachas de 50 nudos, grandes marejadas, y quería absolutamente evitarlo, y lo bueno de nuestros foilers es que podemos competir con las depresiones y los sistemas meteorológicos” prosigue Bestaven.
El japonés Kojiro Shiraishi, que ocupa el 30º puesto y se acerca a cabo Leeuwin, está deseando pasar la longitud de su país natal, situada en 135 grados Oeste:
Koji afirma: “Estamos casi en el cabo Leeuwin, pero lo más importante para mí es pasar la longitud de Japón a 135 grados y llegar a la mitad de la regata. A todos nos pasa lo mismo, en cuanto estás a mitad de camino el objetivo de llegar a Francia está cada vez más cerca y la motivación sube y sube. A mí me pasa lo mismo. Intento ver lo positivo”.
“Y por supuesto lo de la edad, pues sí que siento mi edad y lo cansado que estoy. En 2020 me acababan de operar del corazón y ese era uno de mis puntos débiles, pero ahora siento un poco mi edad. Pero Manu, Denis y yo tenemos más o menos la misma edad y Jean Le Cam es mayor que nosotros y estoy muy impresionado con su forma de ser, navega realmente bien y elige bien las tácticas y sus capacidades físicas, es como Superman. Pero es una lección de humildad poder competir en esta Vendée Globe con todos estos patrones de renombre. Creo que si hubiera tenido 30 o 40 años con este barco, me habría esforzado mucho más y habría querido hacerlo. Pero esta es la cruda realidad de la edad que tengo en este momento” declara Kojiro.
En su tercera Vendée Globe, Kojiro es ahora uno de los patrones más veteranos de la regata, con 57 años, la misma edad que Denis Van Weynbergh y Manu Cousin, pero el joven león novato Benjamin Ferré lo está pasando mal.
“¡La soledad empieza a pasar factura! Ayer por primera vez me sentí un poco solo, ¡nunca me había sentido así desde la salida! Hubo una pequeña calma, sabía que el mal tiempo iba a volver – es el caso, ya tengo 25 nudos mientras les hablo – y no sé, tuve un poco de viento flojo una tarde, ordené todo el barco, limpié todo, puse la calefacción. Y me sentí un poco melancólico. Pero por lo demás, ¡genial! ¡Estamos saliendo de una noche épica con mi amigo Tanguy! Las noches con él siguen siendo intensas… ¡Fue una locura! ¡Recordaremos esta noche del 16 al 17 de diciembre de 2024 para el resto de nuestras vidas! Alta intensidad, que bien valió la rotura de unos cuantos longitudinales y un mamparo, ¡realmente parecía una prueba de velocidad para locos en la bahía de Lorient! Salvo que decidimos hacerlo a 45 nudos, con canales de 6 metros, ¡a lo largo de la zona de hielo al sur de Australia! Después nos reímos de ello, pero en aquel momento no nos estábamos haciendo los listos, ¡nos enviábamos mensajes cada hora diciéndonos que íbamos a morir todos! Fue un buen truco,estábamos casi uno al lado del otro, y no había ninguno que tirara del otro hacia arriba, lo que acabó con nosotros a 22 nudos cada uno, ¡durante toda la noche fuimos los más rápidos!” comenta Benjamin Ferré.
Pero, admite, “empiezo a sentir una verdadera fatiga física y psicológica, profunda, que marca la mente, marca los músculos, el indio fue realmente duro, ¡y estoy contento de haber tenido esta última noche ardiente con Tanguy para despedirme de él!”.
“Sigo igual de impresionado por la geografía de nuestra ruta, pensar que acaba de amanecer y te vas a la cama. Vamos a pasar Tasmania, pronto el antimeridiano, ¡todo lo que me hace viajar! Ahora mismo vamos a 28 nudos, ya ves, es una locura, ¡seguimos siendo unos grandes idiotas! Las condiciones siguen igual de peliagudas, sólo va a empeorar” termina diciendo Ferré.
Fuente y Fotos:
Vendèe Globe