VENDÈE GLOBE 2024
MÁGICO SISTEMA
Mientras los regatistas disputan su 40º día de regata, más de 800 millas separan al trío de cabeza -Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance), Yoann Richomme (PAPREC ARKÉA) y Sébastien Simon (Groupe Dubreuil)- de sus perseguidores. Sin embargo, este segundo grupo, que va desde Thomas Ruyant (VULNERABLE, 4º) hasta Justine Mettraux (TeamWork-Team Snef, 11ª) progresa en el mismo sistema de baja presión que los líderes. ¿Cuál es el resultado? Todavía se pueden abrir o cerrar brechas, a pesar de la gran diferencia existente en estos momentos. Mientras tanto, Clarisse Crémer (L’Occitane en Provence, 12ª), Samantha Davies (Initiatives-Cœur, 13ª), Benjamin Dutreux (GUYOT environnement – Water Family, 14º) y Romain Attanasio (Fortinet-Best Western, 15º) siguen avanzando a barlovento de Nueva Zelanda. Por su parte, la tripulación de Isabelle Joschke (MACSF, 17ª) ha pasado Tasmania.
Por tanto, es posible navegar a más de 800 millas de distancia y seguir navegando en el mismo sistema meteorológico. Es un fenómeno enorme, una especie de masa difusa que llena la pantalla de los acostumbrados a la cartografía y que se extiende por una gran parte del Pacífico. Afecta por tanto a los tres primeros clasificados – Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) – Yoann Richomme (PAPREC ARKÉA) – Sébastien Simon (Groupe Dubreuil) – así como a todo el pelotón perseguidor. El asesor meteorológico de la Vendée Globe, Christian Dumard, explica: “Los primeros están por delante de un pequeño frente que forma parte de este gran sistema de bajas presiones. Los demás avanzan alrededor de una zona de altas presiones y empiezan a entrar en este sistema. Así pues, ¡se trata del mismo sistema meteorológico desde Charlie Dalin hasta Justine Mettraux (TeamWork-Team Snef, 11º)!
¡Ojalá dure!
Para los tres primeros, la prioridad era asegurarse de que el viento rotara durante el día, de NO a SO. Un paso frontal les cogió por sorpresa, obligándoles a cambiar de amura de babor a amura de estribor. No fue suficiente para apagar los ánimos del líder, Charlie Dalin, tras una semana enfrentado a sus dos rivales:
“¡Todo está rodando! Estamos al frente del frente, y tenemos un gran ángulo hacia el este. Creo que la diferencia se ampliará ligeramente con Sébastien. Ahora estoy empezando a hacer mi ruta en el Atlántico, ¡lo que es genial! Estoy contento de haber recuperado el liderato y de tener el barco al 100%. ¡Esperemos que dure! Tenemos una gran ventaja sobre los demás, así que es más fácil gestionar tres barcos que una flota. Tengo la impresión de que estoy compitiendo más que hace cuatro años. A bordo, hago mis cosas y nunca me siento solo. Lo impresionante es lo rápido que pasan los días. ¡No puedo superarlo!” comentaba Dalin.
Una división en marcha, ¿otra por venir?
Al mismo tiempo, el grupo perseguidor, que se extiende desde Thomas Ruyant (VULNERABLE, 4º) hasta Justine Mettraux (TeamWork-Team Snef, 11ª) ha ampliado considerablemente la distancia con el resto de la flota en los últimos días. Clarisse Crémer (L’Occitane en Provence, 12ª) y Samantha Davies (Initiatives Cœur, 13ª) están ahora a 900 millas de distancia. Sobre todo, siguen navegando en ceñida cerca de Nueva Zelanda, al igual que Benjamin Dutreux (GUYOT environnement – Water Family, 14º) y Romain Attanasio (Fortinet-Best Western, 15º). “Navegarán en ceñida y en la manga antes de volver a un sistema más normal a partir del lunes”, explica Christian.
Detrás de ella, Isabelle Joscke (MACSF) ha tomado el mando de un grupo de cinco patrones que han superado la latitud de Tasmania y avanzan ahora por el océano Pacífico. Lo que viene a continuación no parece fácil, debido a una sucesión de situaciones inciertas, entre zonas de bajas presiones y zonas sin viento. “Por debajo de Nueva Zelanda, el grupo podría dividirse en dos, entre los que intentarán navegar de ceñida y los que intentarán una ruta más meridional”, explica Christian Dumard.
Sereno como un capitán en alta mar
Al mismo tiempo, una cierta serenidad emanaba de los dos patrones que se unieron esta mañana para las entrevistas radiofónicas. Charlie Dalin se complacía en describir largamente su rutina, “su pequeña vida»”a bordo, la secuencia de tareas para mantener su barco en movimiento. La misma impresión causó Boris Herrmann. El patrón parece estar lejos de la presión de hace cuatro años – “no fue fácil ser el primer alemán en competir en la Vendée Globe” – y dice que no sufre de soledad. Casi lamenta que se acerque el final del Océano Austral, esta “gran fase exótica que no durará”. Y luego dice con una sonrisa:
“El hecho de poder estar conectado, de poder llegar a mis seres más queridos, me da la sensación de estar conectado con el mundo. También me siento mejor a bordo y hay muchas pequeñas cosas que me hacen apreciar más lo que estoy viviendo. Me gusta mi ritmo, el despertador, el café de la mañana, la buena energía que hay en el barco… Antes, me quedaba en cubierta, podía disfrutar: son pequeños momentos de felicidad que ofrecen una bonita alternativa a nuestras vidas todas encerradas” declara Herrmann.
Fuente y Fotos:
Vendèe Globe