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VENDÈE GLOBE 2024. ÉRIC BELLION «STAND AS ONE-ALTAVIA» ABANDONA EN PORT STANLEY

VENDÈE GLOBE 2024

ÉRIC BELLION “STAND AS ONE-ALTAVIA” ABANDONA EN PORT STANLEY

El patrón del “STAND AS ONE-Altavia” ha decidido retirarse de la Vendée Globe. Anoche, cuando ocupaba el 29º puesto en la regata, Éric amarró en Port Stanley, en las islas Malvinas. La causa: el pasador que sujetaba el estay de la J2 (vela de proa), que había reparado recientemente y que había vuelto a fallar.

Este domingo y lunes, Éric Bellion habría tenido que hacer frente a unos vientos especialmente violentos, con una media de 30 nudos y rachas de 50 nudos, mientras remontaba el Atlántico Sur. Sin embargo, fue imposible hacer frente a tales condiciones cuando se produjo otro incidente de daños a bordo. ¿La causa? El maldito pasador que sujeta el estay del J2 (una vela de proa) se ha vuelto a romper. Hace unos días, Éric había detectado el mismo problema y había conseguido repararlo. Esta avería es especialmente peligrosa: puede provocar la pérdida del mástil.

Para remediarlo, las reparaciones sólo pueden efectuarse con mar llano y en condiciones clementes, lo que no podía ser el caso en las próximas horas. Por ello, el patrón del “STAND AS ONE – Altavia” decidió desviarse hacia el este de las islas Malvinas. La configuración del archipiélago no le permitía poner su barco a salvo sin pedir ayuda exterior.

Durante la noche, tras una peligrosa maniobra, consiguió finalmente atracar en Port Stanley. Irónicamente, Éric ya había hecho escala en el mismo lugar hacía 20 años. Su equipo asegura que “con el corazón encogido y en un estado de fatiga extrema” tomó la decisión de abandonar su 2ª Vendée Globe.

Tenía mucho miedo de perder mi barco. Si hubiéramos llegado 10 minutos más tarde, habría encallado. El barco está a salvo y eso es lo único que importa” dijo Bellion, nada más atracar en Port Stanley.

En las primeras horas de la mañana de ayer, mientras navegaba hacia el norte en condiciones de ceñida constante para evitar las Malvinas, descubrí que mi reparación había abandonado el fantasma. Afortunadamente pude bajarlo y había asegurado el mástil con un cable de proa, así que no lo perdí. El objetivo era entonces encontrar una zona a sotavento de las islas Malvinas para poder reparar. Pero mientras navegaba por la costa norte del archipiélago, me di cuenta de que no podía hacer una reparación duradera sin modificar una pieza que no tenía a bordo. Dada la situación meteorológica de la zona, me di cuenta rápidamente de que si quería ponerme a salvo en este archipiélago (que es bastante llano y cuyo acceso para los barcos IMOCA es complicado), necesitaría ayuda, ya que no quería correr ningún riesgo con el barco”, prosiguió diciendo Éric.

Fue una decisión horrible dejarlo. Estoy muy decepcionado después de tanto esfuerzo. Mi objetivo era luchar y darlo todo para volver a subir en la clasificación. Ahora tengo que esperar a que lleguen el lunes las dos personas de mi equipo con la famosa pieza, para poder repararla lo antes posible y poder volver a partir en solitario con tranquilidad. Vamos a terminar esta vuelta al mundo, está a punto de empezar una nueva aventura y además va a ser una gran historia.

Empezó muy bien con la llegada a las Malvinas, de noche, con vientos de más de 35 nudos y rachas que duraban, una de las maniobras más rocambolescas de mi vida de navegante.

Debo la integridad del barco a la calma, la seguridad y la profesionalidad de Paul, Marilou, Barth, Marion y todo el equipo del puerto.  Todos mis instintos me decían que me dirigía directamente a una trampa, y tenía mucho miedo de perder mi barco. Amarrar el barco al pantalán era una maniobra de alto riesgo. Diez minutos más tarde, el viento entró a más de 50 nudos, y diez minutos más tarde creo que el barco encalló. Tuvimos mucha suerte.  

Estoy en tierra, acogido por Marilou que me da de comer fruta y ensaladas, he pisado tierra por primera vez, todas las cosas que había fantaseado hacer en Les Sables d’Olonne y que por fin estoy haciendo aquí en las Malvinas… no es como me lo había imaginado pero es así. Estoy muy agradecido por esta oportunidad que nos han dado al barco y a mí y voy a intentar aprovecharla al máximo para terminar esta aventura por todo lo alto.

Estamos a salvo, el barco está a salvo y nadie está herido. He podido contar con gente extraordinaria, así que muchas gracias por vuestro apoyo. Ahora vamos a dejar que pase la tormenta, vamos a reparar y vamos a partir de nuevo. Secaremos nuestras lágrimas y construiremos una nueva aventura” termina diciendo Éric Bellion.

Fuente y Fotos:

Vendèe Globe

Author

Jose Ramón Louro