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VENDÈE GLOBE 2024. UN LUGAR AL SOL

VENDÈE GLOBE 2024

UN LUGAR AL SOL

Sea cual sea su posición en la clasificación y las frustraciones o alegrías del momento, ¡la situación de nuestros navegantes en solitario es sin duda más dulce cuando se desarrolla bajo los rayos de Zebulon! Mientras el grueso de la flota se llena de vitamina D, otros siguen soñando con ella. ¡No cabe duda de que la miseria es menos dolorosa al sol!.

Nos encantan nuestros marineros, pero en este caso, ¡se están pasando un poco! Mientras nosotros tiritamos con nuestros gorros y calcetines de lana, nuestros navegantes en solitario nos cuentan la exquisita sensación de volver a descubrir el sol… ¡Y qué alegría, sobre todo después del sorprendente contraste del Sur profundo y sus amenazantes cubitos de hielo!.

Anoche, Guirec Soudée (Freelance.com, 23º) fue el más locuaz sobre el tema, ya que ha pasado por momentos difíciles al timón durante las últimas semanas, ¡y saborea aún más esta pequeña victoria con el calor que hace!:

Es tan bueno poder ir descalzo, en pantalón corto, en camiseta, poder cuidarse, poder ventilar el barco, hacer las máquinas… ¡todas esas cosas que son imposibles en el Sur profundo! Me gusta el frío, pero a bordo no tengo calefacción, estaba muy mojado, no podía secar nada, pasé por una serie de bajones, ¡me puse un poco bruto! Poder tomarme un respiro así es algo que llevaba mucho tiempo esperando, ¡y bien merecido!” comenta Guirec.

“Lo estoy disfrutando un poco más”

Una alegría que se agradece tanto más cuanto que viene acompañada de un bonito golpe de efecto para el navegante de Finisterre, que se ha distanciado del pequeño pelotón con el que navegaba, ¡desde Violette Dorange (Devenir, 28º) hasta Sébastien Marsset (Foussier, 24º)! Tras el paso de la depresión de las Malvinas, que al final fue menos violento de lo que se temía – «comparado con lo que tuve en el Sur, 45 nudos ahora es un paseo» -, el novato de la Vendée Globe estaba un poco preocupado. ¿Se iba a quedar atrapado en un aprieto, cuando todos sus amigos de delante habían conseguido pasar? Así que apretó el látigo más que nunca, y consiguió engancharse al ligero flujo sur-sureste, que le convirtió en el hazmerreír:

Estoy muy contento. En primer lugar, porque tengo viento a favor, además de que es una ruta más rápida y cómoda, lo que me permitirá conservar mi J2 dañado. También es genial no tener demasiados barcos detrás de mí, lo que me da un poco menos de presión, ¡así que puedo disfrutar un poco más! No sé cómo voy a alcanzarlos, ¡pero si hay una oportunidad, la aprovecharé!” prosiguió diciendo Guirec.

Así pues, el patrón del “Freelance.com” vivirá en alta mar su ascenso por Brasil, esperando tener un poco más de éxito que sus compañeros de delante, el trío liderado por Damien Seguin (Groupe Apicil, 18º), que no consiguen avanzar. Para los que se decantan por la opción del Oeste, más cerca de la costa brasileña, las velocidades no son mucho más impresionantes, pero las trayectorias menos accidentadas sugieren que el momento es menos complicado. De hecho, ha sido Isabelle Joschke (MACSF, 15ª) quien, a pesar de perder su foil, ha aprovechado el momento y ha tomado la delantera al pequeño grupo de perseguidores.

¡Es memorable!

También fue un buen día para Antoine Cornic (Human Immobilier, 30º) y Jingkun Xu (Singchain Team Haikou, 31º), que doblaron el Cabo de Hornos y ya pueden esperar las temperaturas más suaves que casi pueden sentir en sus rostros… Reunidos unas horas antes de su paso, el navegante chino, que ya pensaba descorchar el champán, no ocultó su profunda emoción al vivir este “momento maravilloso”:

¡Es memorable! Mi equipo y yo hemos trabajado duro para llegar a este punto, no es nada fácil, pero van a pasar cosas buenas, ¡por fin vamos a dejar de navegar en el gélido Océano Antártico y vamos a volver al Atlántico! Cada vez estoy más cerca de la línea de meta y de mi familia y amigos, ¡lo cual es alentador! Estoy muy contento de que mi barco haya superado esta regata en el Océano Antártico y de que mantenga su potencial al 100%” nos dice Xu.

Ahora sólo hay tres de ellos en el Pacífico, pero para Denis Van Weynbergh (Grupo D’Ieteren, 34º) las 1.700 millas que le separan del Cabo de Hornos deben parecerle un poco más largas, sabiendo que todos sus compañeros ya están ocupados trabajando en su bronceado.

“Yo también estoy deseando que termine”

En cualquier caso, ¡así es como se siente Sam Goodchild (VULNERABLE, 5º) en la llegada! Al navegante británico el tiempo se le está haciendo un poco más largo desde que sabe que sus dos camaradas Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance, 1º) y Yoann Richomme (PAPREC-ARKÉA, 2º) están cómodamente instalados en una cama king size (¡no la misma, se lo aseguramos, han dejado de marcarse los pantalones, según fuentes fiables!).

Es la primera vez desde la salida que el tiempo se me hace un poco pesado. Sabiendo que la llegada se acerca, intento concentrarme en lo esencial, el presente, trimar las velas, cuidarme y cuidar el barco. Estoy muy contento de estar aquí y también estoy deseando que termine”, nos ha comentado Sam Goodchild.

Lo espera con impaciencia, ya que el camino no estará exento de dificultades. Mientras se bate con Jérémie Beyou (Charal, 4º), que está que arde desde que dobló el Ecuador, el patrón del “VULNERABLE” nos cuenta el dilema que le ronda la cabeza:

Hay un sistema de bajas presiones que llegará a las Azores dentro de tres o cuatro días y que nos va a poner las cosas un poco difíciles, con vientos de 50 a 60 nudos y mares de 8 a 9 metros. Por el momento, no tenemos que tomar una decisión; es más probable que tengamos que elegir entre el sábado y el domingo. Por el momento, hay tres opciones: ir a por todas y lidiar con ello lo mejor que podamos, intentar movernos hacia el sureste para mantener el mar un poco más ligero, o aminorar la marcha y esperar a que pase lo más fuerte, y coger el tren de atrás. Pero eso significa esperar a tus compañeros, ¡y no suena muy atractivo! Pero si es eso o correr demasiados riesgos, tendremos que hacerlo...” nos comenta Goodchild.

Hasta aquí el menú no muy agradable, sobre todo porque los regatistas y los barcos empiezan a sufrir seriamente. Después de Paul Meilhat (Biotherm, 6º) que perdió su estay de proa, Nicolas Lunven (Holcim-PRB, 7º) que sigue a oscuras, Thomas Ruyant (VULNERABLE, 9º) y Boris Herrmann (Malizia – Sea Explorer, 10º) con sus problemas de foque, todo el mundo está alerta para seguir con la locomotora. Sam Goodchild tuvo que arriar su vela mayor ayer por la mañana para solucionar un problema con los sables, y es más consciente que nunca de que la clasificación vendrá determinada por su capacidad para mantener su corcel en pie hasta la línea de meta.

Mientras espera la preciada entrega, sigue disfrutando del buen tiempo, pues los grados ya empiezan a subir, lo que por el momento se recibe con alivio. “Probablemente estemos a 25 grados en vez de a 30, y eso cambia mucho la vida a bordo, dormimos mejor, ¡es más agradable!” Frente a la costa de Bretaña, Sébastien Simon (Groupe Dubreuil, 3º) no puede decir lo mismo, envuelto en capas de ropa mientras vira hacia Les Glénans. Pero el calor humano debería compensarlo pronto, para el hombre esperado con impaciencia por toda la región de Vendée, ¡que se prepara para completar un merecido podio!

Fuente y Fotos:

Vendèe Globe

 

 

Author

Jose Ramón Louro