PARÍS 2024
RELEVO ANTORCHA OLÍMPICA
11ª ETAPA: HAUTES PYRÉNÉES
La antorcha olímpica encontró un trozo de naturaleza virgen en las llanuras, valles y montañas de los Hautes-Pyréneés. Alcanzó nuevas alturas cuando se encendió en el Pic du Midi de Bigorre, ante un panorama impresionante de las cumbres pirenaicas. Desde allí se tomó camino a Lourdes, donde viajó en bicicleta de montaña al camino de los santuarios. La antorcha realizó una pausa en el Lac de l’Arret-Darré, desde donde se divisa una vista impresionante de los Pirineos. Después de atravesar Bagnéres-de-Bigorre y Lannemazan, nos dirigimos al Cirque de Gavarnie, patrimonio mundial de la UNESCO, que ofrece vistas extraordinarias en todas direcciones El relevo de la etapa finalizaba en Tarbes, prefectura del departamento.
Tarbes acogió las celebraciones del final de la jornada en un ambiente cálido y festivo. Con sus calles bordeadas de palmeras, sus terrazas, sus parques y su inconfundible acento sudoccidental, los 44.000 habitantes de Tarbes saben cómo dar a los invitados una fantástica bienvenida. El relevo de la antorcha mostró los mejores aspectos de la ciudad, como el Museo Massey, con sus 15.000 objetos expuestos, y la catedral románica de Notre-Dame-de-la-Sède. La antorcha cruzó en esta ciudad el Parc Bel-Air, bordeando la prestigiosa residencia del mismo nombre y se acercó al Parc Paul Chastelain. La noche terminaba en la Avenue des Forges, en el barrio de L’Arsenal, que se ha convertido en un lugar recreativo para los locales; y que acogería la ceremonia del encendido del pebetero para cerrar la jornada y celebrar la fiebre olímpica.
12ª ETAPA: PYRÉNÉES ATLANTIQUES
Enclavados entre el Atlántico al oeste y los Pirineos al sur, entre el País Vasco y Béarn, los Pyrénées-Atlantiques son una tierra de naturaleza, terruño e historia. La antorcha olímpica amplificó los aspectos únicos del departamento a lo largo de su recorrido por la región, empezando por la costa de Biarritz, donde brilló junto a la iglesia neogótica de Santa Eugenia. Desde allí se dirigiá a Anglet y Saint-Jean-de-Luz en donde navegó por la bahía a bordo de un trainera vasca, una embarcación pesquera tradicional impulsada por remos. Los deportes náuticos volverían a ser los protagonistas en la siguiente parada en Bayonne, con un segmento de remo en el río Nive. La antorcha pasó también por el Château-Vieux y la catedral de Santa María. El itinerario por los Pyrénées-Atlantiques la llevó después a Hasparren, Orthez y sus estadios, Arette, y por último, Pau, donde tendría su final esta duodécima jornada.
Pau, en el corazón de Béarn, desplegó su alfombra roja para recibir a la antorcha olímpica y llevar su magia al mundo entero. Esta ciudad estudiantil, famosa por su calidad de vida y su historia, alberga un tesoro patrimonial. La antorcha comenzó su recorrido en el Estadio de Aguas Bravas, donde a menudo se reúne la flor y nata del piragüismo francés y se celebran competiciones internacionales. Después efectuó una visita por la Tour des Géants y se dirigió al castillo donde nació Enrique IV. A continuación, la antorcha puso rumbo al Boulevard des Pyrénées, desde el que se divisa la cadena montañosa de la capital bearnesa. Esta vía la llevó hasta la Place Royale, centro neurálgico de Pau y sede del ayuntamiento. Los últimos metros de esta etapa la condujo a la antocrcha a Place Clémenceau y Parc Beaumont. Como guinda del pastel, la celebración de los valores olímpicos al final de la jornada tuvo lugar frente al Palais Beaumont, el centro de convenciones local.