VENDÈE GLOBE 2024
ADAPTACIÓN A LAS NORMAS DEL TRÁFICO
El camino más corto de un punto a otro sigue siendo no ir allí. Pero explíqueselo a los navegantes de la Vendée Globe. Para ellos está fuera de toda duda rechazar un obstáculo, sobre todo ahora que están en el Océano Antártico y la mayoría de ellos están allí para experimentar precisamente eso. Sin embargo, saben mejor que nadie que las rutas más cortas no son siempre las mejores. Lo único que tienen que hacer es definir la estrategia a adoptar en función de las condiciones de circulación de los distintos sistemas meteorológicos. Si estuvieran en cualquier otro lugar que no fuera el mar, una aplicación como Waze podría sin duda indicarles con precisión las zonas difíciles de atravesar y sugerirles las rutas más practicables. Pero donde están, sólo pueden confiar en sí mismos para evitar caminos embarrados y peligros. Lo que les está obligando a adaptar su trayectoria en estos momentos es un desagradable sistema de bajas presiones que se está profundizando detrás de ellos y que está a punto de golpearles de frente a mediados de semana.
Para nosotros, los marineros de agua dulce, una simple aplicación GPS puede servir para informar de atascos, accidentes, obras en la carretera… En resumen, cualquier obstáculo que pueda hacer que la ruta más corta sea intransitable o más lenta de recorrer que una ruta alternativa. Para los navegantes, nada de eso. Las únicas herramientas que tienen son los archivos meteorológicos y su buen hacer marinero. Tal y como están las cosas, lo que les preocupa, y a los líderes en particular, es cómo sortear mejor una zona cerrada de bajas presiones atmosféricas que les afectará entre el miércoles y el jueves. La ruta más corta les llevará sin duda a través de una zona peligrosa. Una zona, como mínimo, mal iluminada. Así que no les queda más remedio que optar por una ruta más larga pero más segura. El problema es que, de momento, la ruta está muy mal señalizada. “El objetivo es posicionarnos lo mejor posible para hacer frente a este sistema de bajas presiones, que llega a sotavento y con vientos negociables. Es un poco complicado”, explica Yannick Bestaven (Maître CoQ V).
No hay muchas posibilidades de salirse por la tangente
Mientras que ayer todavía había dos formas de gestionar este famoso sistema, la situación ha cambiado: “«Ya no hay paso por el Sur”, indicó el vigente campeón de la Vendée Globe. Así lo confirmó Christian Dumard, asesor meteorológico del evento: “Todos los navegantes en solitario pasarán lógicamente por el Norte. Más abajo en latitud, tendrán que soportarlo mucho más tiempo, pero también con más viento y más mar, y se encontrarán de ceñida en algún momento”. Evidentemente, ésta no es la opción que más conviene a los navegantes. Aunque les salvará de rachas de 65 nudos y olas de diez metros, ampliará considerablemente su distancia, ya que podría llevarles hasta 500 millas al norte del archipiélago de Kerguelen. Vemos también que el trío Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) – Yoann Richomme (PAPREC-ARKEA) – Sébastien Simon (Groupe Dubreuil), que va a meterse en el meollo de la forma más brutal, ya que se profundiza a medida que avanza, parece haber decidido seguir hacia el este, consciente de que en realidad no puede escapar de él de todos modos.
Cambio de modo activado
El patrón es un poco diferente para los que le persiguen. Thomas Ruyant (VULNERABLE), Jérémie Beyou (Charal), Nicolas Lunven (Holcim – PRB), Sam Goodchild (VULNERABLE) y Yannick Bestaven aún tienen la opción de salirse por la tangente. Eso no significa, sin embargo, que vayan a tener tiempo para admirar el paisaje o parar a hacer un picnic en una zona equipada. “Vamos a hacer 40-45 nudos, que es fuerte, pero al final es más o menos el precio de navegar en el hemisferio sur”, resume el patrón del Maître CoQ V, que se prepara lo mejor que puede para la primera “patata” de su vuelta al mundo. “Hoy es día de inspección del barco. La preparación para el mal tiempo está en marcha con la instalación de las velas que lo acompañan”, indicó el patrón de La Rochelle, que aprovecha las actuales zonas de viento en calma en su zona de regata para cerrar bien las puertas. El programa es idéntico para los próximos barcos, que lógicamente serán alcanzados por el sistema de bajas presiones en cuestión. Por el momento, avanzan por delante del sistema, pero pronto se verán alcanzados y las condiciones se endurecerán. Como explica Alan Roura (Hublot):
“Estamos entrando de lleno en el corazón de la Vendée Globe. Para nosotros, doblar el cabo de Buena Esperanza no va a ser nada fácil y, al mismo tiempo, cuando veo lo que se van a encontrar los primeros, me doy cuenta de que todo el mundo está un poco en el mismo barco. Con un poco de retraso, todos lo vamos a pagar caro”.
Fuente y Fotos:
Vendèe Globe