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VENDÈE GLOBE 2024. ¿DE UNA ROTURA MENOR A UNA FRACTURA MAYOR?

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¿DE UNA ROTURA MENOR A UNA FRACTURA MAYOR?

Mientras que desde hace tres días devoran las millas con la misma rapidez con la que algunos devoran los paquetes de patatas fritas, los líderes de la flota de la Vendée Globe siguen manteniéndose por delante del sistema de bajas presiones, mientras que al mismo tiempo sus perseguidores se ven poco a poco descolgados por él y se enfrentan a vientos más ligeros e inestables. Así pues, aunque ya se ha iniciado una pausa tras los nueve primeros barcos, hay muchas posibilidades de que se acentúe de aquí al paso por el cabo de Buena Esperanza. ¿Cuál es la razón? Es simple: mientras algunos se verán obligados a esperar el próximo tren, Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) y sus rivales directos seguirán navegando con vientos constantes, antes de descender rápidamente hacia el Sur para instalarse en el borde de la Zona de Exclusión Antártica. La Dirección de Regata ha decidido finalmente rebajar la zona en casi 100 millas -al menos hasta el archipiélago de Crozet-, lo que les permitirá acortar su ruta y explotar las bajas australes que circulan actualmente muy al Sur.

Llevan más de tres días engullendo más de 500 millas en turnos de 24 horas. Llevan tres días navegando a puñados y zarandeándose en sus barcos como en un ábaco de lotería. “Es duro mentalmente y al mismo tiempo te empuja a mantener el ritmo”, comenta Sébastien Simon (Groupe Dubreuil), a quien no hay nada que le guste más que los retos y las regatas de cuerpo a cuerpo. Por el momento, sigue el ritmo de Charlie Dalin y forma parte del pequeño grupo de nueve barcos que se ha ido separando poco a poco desde que se rodearon las islas de Fernando de Noronha. Tal y como están las cosas, es probable que este grupo logre una verdadera ruptura con el resto de la competición en las próximas horas. “La baja que nos acompaña parece que se está concentrando. Algunos no van a poder mantenerse a su espalda, mientras que nosotros nos vamos a encontrar justo en medio”, explica el navegante de Sablais, que probablemente viva otra noche bastante fresca.

Una ZEE reducida

El viento va a ser fuerte, pero también muy racheado. Vamos a tener que ir rápido en un mar que se va a hacer más profundo. Va a ser bastante intenso”, anunció el navegante, que espera beneficiarse el mayor tiempo posible de los vientos generados por la zona cerrada de bajas presiones atmosféricas antes de verse superado por ella y trasluchar hacia el sur para evitar ser engullido por el Alto de Santa Helena y, por el contrario, beneficiarse del flujo de las bajas australes. Estas bajas circulan actualmente muy al sur y los navegantes van a poder aprovecharlas al máximo, ya que acaba de llegar la noticia: la Dirección de Regata ha decidido reducir la Zona de Exclusión Antártica (ZEA), el famoso anillo imaginario trazado alrededor del continente antártico (trazado por 72 puntos GPS separados por 5° cada uno), que está prohibido a los patrones por su propia seguridad.

Una doble ventaja

¿Qué motivó esta decisión? “En la salida y durante los primeros días de la regata, la empresa CLS, que aporta a la Vendée Globe su experiencia en el tratamiento de datos satelitales de radar y altimetría y en la modelización de las corrientes oceánicas para detectar la presencia de icebergs y predecir su deriva, había informado de ecos cercanos a la zona. Desde entonces, nuevas imágenes de satélite han permitido identificar estos ecos como los de los barcos de pesca y han establecido que los icebergs y los growlers están bastante lejos. Así pues, nos hemos comprometido a reducir esta famosa AEZ en casi 100 millas hasta el archipiélago de Crozets”, explica Fabien Delahaye, quien, junto con los demás miembros del equipo de DC, podría decidir eventualmente ampliar esta zona más allá de las Kerguelens.

Este cambio nos permitirá empezar con buen pie en el océano Índico y también acortar un poco el recorrido teórico”, se entusiasma Sébastien Simon, al igual que todos sus rivales, aunque la mayoría de ellos estén más bien concentrados en el momento. Hay que decir que para los foilers que han soltado el tren, las condiciones son bastante inestables y les están obligando a hacer muchos cambios de vela. «A diferencia de los barcos de delante, que están por delante de la baja, nosotros estamos justo detrás. “Así que estamos sufriendo un poco sus efectos, pero estamos avanzando”, comentó Louis Burton (Bureau Vallée), que lamenta no estar en el mismo vagón que los líderes, pero que, no obstante, está satisfecho de beneficiarse de unas condiciones favorables para cruzar el Atlántico Sur.

Fuente y Fotos:

Vendée Globe

Author

Jose Ramón Louro