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VENDÈE GLOBE 2024. DISTURBIOS VECINALES

VENDÈE GLOBE 2024

DISTURBIOS VECINALES

En la Vendée Globe no hay, evidentemente, problemas de mantenimiento del jardín, edificios molestos o aglomeraciones de gente en la parte baja del edificio, pero sí algunas molestias. Entre los que pasan sin pedir permiso por la escalera del edificio sureste, los que aprovechan la noche para ganar terreno y los que prefieren ver a los demás desde un poco más lejos, se notan las molestias. El primero en quejarse, si no tuviera otra cosa que hacer, podría ser Charlie Dalin. El patrón del “MACIF Santé Prévoyance”, que ayer cruzó en cabeza la longitud del cabo de Buena Esperanza y anoche la del cabo de las Agujas, que marca el paso entre los océanos Atlántico e Índico, fue empujado por tres vecinos de la zona. Peor aún, ¡Yoann Richomme (PAPREC-ARKÉA) puso fin a ocho días de presidencia ininterrumpida del consejo del sindicato!

Estamos haciendo nuestra propia Vendée Globe. Ni siquiera miramos a los primeros. Jugamos con nuestros vecinos de al lado. No nos invitamos a cenar los unos a los otros, pero es bastante agradable”, comenta Jean Le Cam (Tout Commence en Finistère – Armor-lux), para quien la convivencia va bastante bien, aunque admite estar un poco molesto a veces por la inestabilidad del viento y el patrón meteorológico, que le obliga a bajar por el Atlántico Sur para mantenerse en una brisa constante. También le molesta la impertinencia de algunos de sus famosos vecinos. “Anoche vi pasar a alguien tres millas por delante de mí. Llevaba mejor rumbo e iba tres nudos más rápido. Me pregunté quién era y luego me di cuenta de que era Giancarlo Pedote, cuyo barco no estaba bien identificado en el AIS. Giancarlo me cae bien, pero prefiero que vaya detrás de mí”, refunfuñó el navegante de Finisterre que, al igual que los demás habitantes de su finca, seguirá acelerando poco a poco el ritmo en los próximos días, e incluso se animará un poco en el Cabo de Buena Esperanza.

Pequeños intercambios y grandes cambios

El cambio va a ser bastante radical porque llevamos un tiempo con vientos bastante flojos. Desde la salida, hemos estado navegando a 20-25 nudos, rara vez más que eso”, explica Manu Cousin (Coup de Pouce), que también está encantado con la gran batalla que se está librando en esta fase de la flota y sigue totalmente concentrado en su trimado y en los cambios de vela. “Intento estar al máximo del potencial del barco en todo momento. Con cada nueva clasificación, miro lo rápido que van mis amigos y dónde están ellos, si me he descolgado o, por el contrario, si he remontado”, añadió el navegante, cuyos dos rivales directos, Conrad Colman (MS Amlin) y Antoine Cornic (Human Immobilier) han tenido problemas técnicos hoy. El primero, víctima de un apagón, se encuentra actualmente sin su piloto automático principal, mientras que el segundo experimenta un problema con su hidrogenerador.

Los cuatro primeros a un puñado de distancia entre sí

Al final, el ambiente no es muy diferente en el Indian Quarter, en el que los líderes entraron a mitad de la pasada noche, más o menos todos al mismo tiempo. Charlie Dalin, Thomas Ruyant (VULNERABLE), Sébastien Simon (Groupe Dubreuil) y Yoann Richomme cruzaron la longitud del Cabo de las Agujas en un espacio de 37 minutos antes de decidir jugar a las sillas musicales. Como resultado, el patrón del “MACIF Santé Prévoyance”, que había tomado el control de la flota el 22 de noviembre al norte del archipiélago de Fernando de Noronha, acabó cediendo su puesto al patrón del “PAPREC-ARKEA” en la baliza de las 3. “No estaba previsto que volviera a estar en primera posición. No sé muy bien qué ha pasado. El viento debía estar un poco torcido. He jugado con mi trayectoria y eso me ha puesto en cabeza”, resumió modestamente el regatista, que navega a la vista de sus dos perseguidores más cercanos, hasta el punto de que anoche se llevó un pequeño susto.

Anticipación

Me encontré codo con codo con Seb Simon, que tiene un AIS que transmite a menos de una milla. De repente, cuando oí la alarma, salté de mi asiento”, explica el navegante de Var, que prefiere que sus vecinos no invadan demasiado su territorio o, como mínimo, que no le impidan la visión. “Prefiero estar tranquilo. Odio el AIS. Te presiona. Ves a los chicos, las velocidades que llevan y todo… Prefiero hacer mis cosas”, explica Yoann, a la salida de la famosa corriente de las Agujas pero acosado por un nuevo problema. En este caso, la llegada de una baja meridional bastante fuerte, prevista para el miércoles. “No sabemos muy bien cómo afrontarla. Por lo general, sorteamos este tipo de sistemas por el norte para escapar de la mar gruesa, pero esta vez, esa vía de escape está muy lejos. En consecuencia, es posible que intentemos dirigirnos hacia el sur”, explica el navegante, que ya se ha visto obligado a anticiparse al fenómeno. Y con razón, ¡la elección de ir por un lado o por el otro tendrá que hacerse mañana por la mañana!

Fuente y Fotos:

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Author

Jose Ramón Louro