VENDÈE GLOBE 2024
ESTA TARDE SE PONEN MANOS A LA OBRA
Tras una salida suave y una primera noche tranquila, toda la flota abordará a partir de esta tarde la travesía del cabo Finisterre. Las condiciones serán difíciles: 30 nudos de viento, con rachas de 40 nudos, durante toda la noche. El objetivo es llegar sanos y salvos para proseguir el descenso del Atlántico.
El día de la salida y la emoción que conlleva están ahora a buen recaudo en sus baúles de recuerdos. La regata ha comenzado de verdad y se puede oír en la VHF, donde los patrones anuncian regularmente sus trasluchadas. “La regata ya ha empezado de nuevo y todos estamos entusiasmados”, sonríe Sam Goodchild (VULNERABLE). Las condiciones eran especialmente clementes, y la flota sigue muy agrupada. A mediodía, 60 millas separaban a Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance), líder desde esta mañana, del último clasificado, Jingkun Xu (Singchain Team Haikou).
Sobre todo, hay que extremar la vigilancia cuando los barcos se cruzan. “Estamos muy cerca unos de otros, y hubo algunos cruces realmente calientes durante la noche”, confió Samantha Davies (Initiatives-Coeur). “Realmente no fue fácil encontrar viento en las primeras horas”, añadió Benjamin Dutreux (GUYOT environnement – Water Family), invitado este mediodía en Vendée Live, el programa oficial diario de la regata.
No obstante, los patrones pudieron tomarse su tiempo para apreciar el espectáculo a lo largo de esta primera tarde y después de una noche tranquila y apacible. Nicolas Lunven (Holcim-PRB) fotografió la luna reflejada en uno de sus foils y Sébastien Simon (Groupe Dubreuil) afirmó que “todavía hay un poco de magia”. “Es una noche espectacular, despejada, con la luz de los barcos a lo lejos”, describe Pip Hare (Medallia). “Estamos progresando mucho a favor del viento, lo que es increíble en esta época del año”, subraya Antoine Cornic (HUMAN Immobilier).
“Pude abrir el descapotable”, bromeó Benjamin Ferré durante la sesión de radio. Y esta mañana, ¡hacía un tiempo de ensueño! El debutante se despertó “con Jean Le Cam (Tout commence en Finistère – Armor-lux) y Sébastien Marsset (FOUSSIER) a barlovento de mí y Romain Attanasio (Fortinet – Best Western) justo detrás”. El gran cielo azul, salpicado de un puñado de nubes, ofrecía un telón de fondo ideal para el comienzo de esta primera semana en alta mar. Denis Van Weynbergh (D’Ieteren Group) saborea el momento: “Voy a prepararme un desayuno con café y mermelada, para poder disfrutarlo”.
Una 2ª noche para centrar toda la atención
Estas condiciones facilitaron la resolución de los pequeños problemas con los que tuvieron que lidiar algunos de los competidores. Boris Herrmann (Malizia-Seaexplorer) tuvo que solucionar un problema con su gato de quilla y Conrad Colman (MS Amlin), cuya salida se había retrasado, sufrió un apagón electrónico. Maxime Sorel (V y B – Monbana – Mayenne) tuvo que poner un parche en su gran gennaker (su foque principal), que se había rasgado.
Por su parte, Denis Van Weynbergh (Grupo D’Ieteren) se equivocó en una trasluchada, lo que le obligó a hacer «una maniobra un poco rock’n’roll», y Benjamin Ferré tuvo que aflojar su spinnaker en plena sesión de radio, ya que salía escorado (una desviación involuntaria del rumbo en la que el barco se tumba).
Este lunes, todos se tomaron la molestia de estudiar detenidamente los archivos meteorológicos. La noche siguiente será mucho menos tranquila, a medida que se acerquen al cabo Finisterre, extremo noroeste de España. “Es la primera zona deportiva de la regata”, explica Basile Rochut, asesor meteorológico de la Vendée Globe. “A su paso, el viento será fuerte, con 30 nudos de brisa y rachas de hasta 40 nudos”. En resumen, será una noche agitada para la flota, sobre todo porque el viento seguirá aumentando.
Dos opciones y la necesidad de prudencia
Los patrones también se enfrentarán al paso del DST (dispositivo de separación del tráfico que los navegantes no pueden cruzar). Tienen dos opciones: pasar al oeste del DST o al este, siendo la segunda opción más peligrosa, ya que discurre a lo largo de la costa. “Si tenemos cuidado, creo que podremos pasar entre la tierra y la DST”, sonríe Denis Van Weynbergh. Esta mañana, en las entrevistas radiofónicas, Sam Goodchild también aseguró que “no había decidido” qué opción tomaría.
“El paso por Cabo Finisterre será complicado”, prosigue el británico. «No será muy largo, pero el viento será más fuerte. Tendremos que asegurarnos de mantenernos en la regata sin hacer ninguna tontería«. Para protegerse, Violette Dorange (Devenir) decidió arriar su spinnaker en cuanto el viento alcanzó unos veinte nudos. “Me permite estar un poco más segura«, confiesa la competidora más joven de esta 10ª edición de la regata. Desconfío del viento de cabo Finisterre, que puede venir muy, muy fuerte, sobre todo al principio de la regata. Después, la bajada del Atlántico continuará y la regata también”. “Las rutas son convergentes, así que no debería haber mucha diferencia entre los barcos”, analiza Basile Rochut. ¡Promete ser una batalla infernal!
Fuente y Fotos:
Vendèe Globe