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VENDÈE GLOBE 2024. LA SUERTE FAVORECE A LOS AFORTUNADOS

VENDÈE GLOBE 2024

LA SUERTE FAVORECE A LOS AFORTUNADOS

Una para ti, otra para mí. En un mundo ideal, ¡así es como funciona! Aunque en la flota, empezando por Yoann Richomme y Charlie Dalin, el reparto de regalos suele parecer justo, algunos tienen la clara impresión de que Papá Noel se ha olvidado de ellos…

Es una pena si has nacido con un apetito especialmente agudo para la competición, porque por muy buen festín que hagas, a menudo te quedarás con las ganas. Tras «la apoteosis, el gran festín y los regalitos», como cantaba Renaud, así es más o menos como nos sentimos cuando miramos el mapa de madrugada.

En cabeza, statu quo. Después de un gran día para Yoann Richomme (PAPREC ARKÉA), que había ampliado su ventaja – dejándonos preguntándonos «¿dónde demonios está Charlie? – Ahora Dalin (MACIF Santé Prévoyance, 2º) ha vuelto a meter la brasa y esta mañana se encuentra a menos de 15 millas del líder, gracias a una bajada del abanico. Un todo, bola en el centro de la alta presión, y queda por ver quién será el primero en salir de los aires ligeros, ¡sin quedarse sin vapor!

Más al sur, la historia es la misma. Un gran contratiempo desde la pérdida de su foil de estribor, pero a pesar de todo, un paso por el Cabo de Hornos en tercera posición sin preocuparse demasiado por la competencia de Sébastien Simon (Groupe Dubreuil, 3º), ¡que no se habría atrevido a pedirlo en su lista antes de la salida!

pedalea más rápido

Detrás de ellos, sin embargo, las cosas se ponen más difíciles, y no se tomen esto como un homenaje a la isla de la belleza. Jérémie Beyou (Charal, 5º) nos explica un poco de topología y deporte:

No sé si se ve desde el suelo cómo se hacen o se rompen estos huecos… Ya he oído a seguidores decirme: «¡Pues acelera!» cuando me he encontrado rezagado. O, como en ciclismo, «pedalea más rápido»… En este deporte es diferente. Les prometo que ¡pedaleo como un loco! Y lo mismo le pasa a Nicolas Lunven a mi lado. Pero es como si siempre fuéramos cuesta arriba cuando los demás van cuesta abajo… Espero que seas capaz de hacérselo entender a los que nos siguen hasta la orilla” comenta Beyou.

El mensaje ha calado, Jérémie, y la subida se hace efectivamente interminable para su grupito, en el que también se encuentra Thomas Ruyant (VULNERABLE, 4º), que parece haber conseguido encontrar un poco de pendiente y un poco de empuje en el último punto de control…

Los de delante, al otro lado del Pacífico, hicieron muy pocas maniobras y algunas grandes rectas. Detrás de ellos, ¡el grupo de Boris también hizo una gran recta! Y para nosotros, desde que estamos en el océano Índico, siempre tenemos una barrera delante, y cada vez que aceleramos chocamos contra ella. Así que no es una sensación muy agradable haber perdido 2.000 millas con los de delante, y ver volver a gente que no había visto desde el Ecuador, ¡no es fácil de afrontar mentalmente! Pensé que tendríamos oportunidades de remontar, pero no fue así… Realmente no fue un Grand Sud muy agradable para nosotros. Es el tiempo el que decide, pero ¿hay justicia en eso? ¡No, la verdad es que no!” prosigue Jeremie Beyou.

La Rochefoucauld nos recuerda que “para la mayoría de los hombres, el amor a la justicia no es más que el miedo a sufrir una injusticia”. No estoy seguro de que el cascarrabias del Príncipe de Marcillac fuera el más asiduo al gimnasio y hubiera apreciado una aplicación tan prosaica de sus «Máximas».

Van Weynbergh en Cabo Leeuwyn

Pero no todas las mañanas de la flota son decepcionantes. Empezando por Denis Van Weynbergh (D’Ieteren Group, 36º), que acaba de doblar el cabo Leeuwin a 4 h 36 segundos UT, segunda marca simbólica de esta vuelta al mundo sin escalas y sin asistencia. A la sombra de Australia, podrá, al igual que sus compañeros del final de la flota que le preceden, Fabrice Amédéo (Nexans – Weise, 35º) y Manuel Cousin (Coup de Pouce, 34º), aprovechar al máximo los últimos momentos en este océano, antes de abordar el prolífico Pacífico.

Es divertido estar aquí

Si hay alguien que no sufre resaca, ése es Louis Duc (Fives Group – Lantana Environnement, 24º), catapultado a la cabeza de su grupo, tras una compresión de flota bien ejecutada. Una situación atípica que ha permitido a los competidores rendir un pequeño homenaje a su entrenador de Lorient, al otro lado del planeta:

El otro día, Seb Marsset y yo nos decíamos: «¡Esto parece un entrenamiento con Tanguy Le Glatin! ¡Te pones un poco a sotavento, dejas de hacer el tonto, y si no sabes gobernar, pones el piloto» (risas)! Es divertido estar ahí fuera en calma, y es genial poder competir un poco. Todos cojeamos, creo que a todos nos falta al menos una vela, todos nos las arreglamos con lo que tenemos y no sabemos realmente qué armas tienen los demás… Cuando ves los ángulos, ¡puedes adivinar lo que pueden y lo que no pueden hacer!” comenta Duc.

¡Hay mucha gente en el pueblo! Tanguy Le Turquais (Lazare, 23), Sébastien Marsset (Foussier, 22), Benjamin Ferré (Monnoyeur – Duo For a Job, 21) y Violette Dorange (Devenir, 25) estaban allí «como chicles», dice divertido Louis Duc:

Hubo un momento con Seb, en la calma, en el que quise bajar el barco y juguetear, pero como estaba a 300 metros me iba a adelantar, ¡así que esperé a que no hubiera nada de viento para hacerlo! Es bonito, ¡pero tampoco tiene por qué ser así todo el tiempo! Cuando ves a Richomme y Dalin doblar el Cabo de Hornos con nueve minutos de diferencia, te dices a ti mismo que no somos sólo nosotros. Y creo que eso es lo que hace la magia de este evento, durante diez días no ves a nadie, y de repente estás en contacto, es genial, ¡y al menos puedes ver que no somos los únicos que lo estamos pasando mal!” declara Duc.

Después de 45 días en el mar, estar ahí de pie, en apenas un puñado de millas, es una especie de sortilegio del que nosotros, en nuestro lado del mapa, nunca nos cansamos. Aunque algunos estén mejor servidos que otros en la gran lotería de la vida, en el fondo sabemos que no se cambiarían por nada del mundo, porque esa es la belleza de este deporte con mil giros a cada segundo.

Fuente y Fotos:

Vendèe Globe

Author

Jose Ramón Louro