VENDÈE GLOBE 2024
QUIEN VE A LOS KERGUELENS, VE SU PENA
Aunque pedimos disculpas a los Molenais por el proverbial plagio, la aproximación al archipiélago austral no deja de ser dolorosa para la cabeza de la flota. Sin embargo, ha sido sobre todo el anuncio de la retirada de Louis Burton (Bureau Vallée), víctima de una avería mecánica, lo que ha puesto los pelos de punta a los navegantes de esta décima edición de la Vendée Globe.
Es raro que un apodo no sea al menos un poco merecido. Cuando el que se nos ha otorgado es el de «Islas de la Desolación», es motivo para hacer un poco de examen de conciencia. Aquí está, este confeti de tierra volcánica, perdido en medio del vasto Océano Índico, que el dúo líder de esta Vendée Globe va a sobrepasar en las próximas horas. Pero si en el pasado, ilustres navegantes como Isabelle Autissier y Bernard Stamm se refugiaron allí para reparar, no cabe duda de que Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) y Sébastien Simon (Groupe Dubreuil) no querrán quedarse allí para siempre
.
Porque la zona de bajas presiones está ahí, enroscándose en torno al mapa meteorológico como una paca de paja violácea de la que seguramente no habría renegado un Van Gogh bajo los efectos de una sustancia prohibida. Ráfagas de más de cincuenta nudos, con el mar subiendo gradualmente: el reto para estos dos escapados es mantener su velocidad para adelantarse al mayor problema el mayor tiempo posible. Pero a primera hora de la mañana, Charlie Dalin parece ir mejor, y ahora tiene una ventaja de casi 100 millas sobre su rival más cercano de Sabl.
Un poco más al norte, todos intentan abrirse paso, sabiendo que, pase lo que pase, no será un momento fácil. Mientras Jérémie Beyou (Charal, 5º) y Nicolas Lunven (Holcim-PRB, 6º) siguen navegando juntos, Yannick Bestaven (Maître CoQ V, 9º) ha seguido la estela de Sam Goodchild (VULNERABLE, 7º) para volver hacia el sudeste. Para todos ellos, las horas que les esperan no serán las más tranquilas, y eso es decir poco.
MacGyver no pudo defenderse
A 1.700 millas del líder, la noche fue aún más dolorosa para Louis Burton. Para el patrón del “Bureau Vallée”, que sufrió graves daños en su aparejo, esta vez no hubo milagro. Ni siquiera MacGyver puede defenderse cuando el destino mecánico le pasa factura. Tras sus reparaciones estructurales en el Atlántico Norte, el experimentado navegante que ha completado dos circunnavegaciones, esta vez sin solución, se vio obligado a anunciar su retirada, desconsolado. El navegante, que ocupaba la 16ª posición en el momento de su rotura, tardará 36 horas en llegar a Ciudad del Cabo, navegando de ceñida con mar gruesa y fuertes vientos.
Después de todo, la puerta sudafricana no es precisamente acogedora en estos momentos. Cruzada por Isabelle Joschke en las primeras horas de la noche, cada vez más corta para nuestros navegantes en pos del sol, la navegante del “MACSF” (19º) nos describió sus condiciones:
“El paso del primer frente fue bastante bien, al parecer batí mi récord de velocidad de 24 horas con mi barco, era insoportable a bordo pero ¡fue muy divertido! Fue una especie de carrera contrarreloj para adelantarme al frente, lo que me pareció muy chulo. El mar se levantó, al igual que el viento, y desde ayer por la tarde he tenido unas condiciones infernales, con un viento muy inestable de 25 a 45 nudos, así que tuve que estar alerta todo el tiempo. El barco se estrellaba a veces contra el oleaje, algo que ya experimenté hace cuatro años, y es un poco como el gran estrés del océano Antártico, ¡hace mucho calor!”, explicó Joschke.
«Nunca había salido de mi jardín».
Detrás de Isabelle Joschke, el pelotón principal se irá adentrando poco a poco en el océano Índico en estas duras condiciones, con la excepción de Szabolcs Weöres (New Europe, 39º), que sigue luchando con el Atlántico Sur. Y para los recién llegados a esta vuelta al mundo, doblar este primer cabo no es tarea fácil. Y no será Tanguy Le Turquais (Lazare, 20º), que incluso tuvo «un pequeño mareo durante el día», quien diga lo contrario:
“Creo que en parte tiene que ver con el estado del mar y un poco de estrés porque estoy en proceso de descubrir lo que son los Mares del Sur. Hoy ha sido realmente un día de descubrimiento y de iniciación. Siempre he pensado que era un marinero con un poco de experiencia, pero hoy me he dado cuenta de que nunca había salido de mi propio patio trasero, y esto es una auténtica maravilla. Me ha abierto los ojos. El mar es un desastre, no está nada ordenado, el oleaje es fuerte, rompe, está por todas partes, el cielo está lleno de nubes negras, es una mezcla magnífica y a la vez muy aterradora, y me he pasado el día un poco atascado mirando hacia fuera, pensando para mis adentros «esto no puede estar pasando, lo que estamos viviendo es enfermizo” declaraba Le Turquais.
Y como el marino sabe que siempre hacen falta unas cuantas analogías para los no iniciados, he aquí la traducción para nosotros los terrícolas:
“Es el tipo de tiempo en el que, cuando estás en casa, apenas te atreves a salir a dar un paseo porque sabes que no es razonable porque hace muy mal tiempo. Pues bien, estamos ahí fuera navegando en medio de la nada. Así que me pone en un estado de máxima contemplación, pero también un poco de ansiedad” explica Tanguy.
Hasta aquí la lección inaugural, que da una pequeña medida de la aventura en la que se han embarcado. Es como si las 6.400 millas que han recorrido hasta ahora no hubieran sido más que un aperitivo, una vaga historia sobre un grupo de gorrones invitados a una gala social. Ahora están en la mesa. En la mesa de los grandes, de hecho. Y bien servidos. Aunque, para nuestro gran deleite, sigan pareciendo niños grandes:
“El otro día pensaba que en una regata Figaro en solitario, había hecho Dunkerque Saint-Nazaire y me parecía increíble haber hecho casi todo el norte-sur de Francia. Y ahora hemos hecho Les Sables d’Olonne-Bonne Espérance, es realmente una locura, me fascina, me parece genial. Hoy estoy asustado y ansioso, pero sigo disfrutando como un loco” declara Tanguy Le Turquais.
¡Y así estamos, Sr. Le Turquais, y así estamos!!.
Fuente y Fotos:
Vendèe Globe