VENDÈE GLOBE 2024
BUSCANDO A NEMO
Los tres líderes de la Vendée Globe prosiguen su inmensa batalla. Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) vuelve a aumentar su ventaja sobre Yoann Richomme (PAPREC ARKÉA), segundo esta tarde a 47 millas. Sébastien Simon (Groupe Dubreuil) es tercero a 73 millas. Y el viernes por la mañana (UTC) pasarán por el legendario Punto Nemo, el punto más alejado de cualquier tierra.
Detrás del trío de cabeza, cada uno persigue su propia agenda personal. El segundo grupo, liderado por Thomas Ruyant (VULNERABLE), cuarto, traslucha para dirigirse hacia el este, Clarisse Crémer (L’Occitane en Provence) y Samantha Davies (Initiatives Cœur) están siendo castigadas por los dioses del tiempo por faltas no especificadas y desconocidas al tener que seguir navegando en ceñida. Por detrás, el grupo liderado por Isabelle Joschke (MACSF, 17ª) está llegando rápidamente, mientras que Antoine Cornic (Human Immobilier, 32º) y el chino Jingkun Xu (Singchain Team Haikou, 33º) siguen lidiando con fuertes vientos.
Dalin hace Dalin
Ayer advirtió a sus rivales: “El MACIF Santé Prévoyance ha vuelto al 100%” Y tras ese recordatorio, Dalin ha demostrado que ha vuelto al máximo de su capacidad. El regatista que creció en Le Havre y fue a la universidad en Southampton retomó el control de la regata ayer por la tarde, y desde entonces ha seguido siendo un poco más rápido que sus rivales. A las 14:00 UTC, Dalin aventajaba en 47,2 millas a Richomme y ahora en 73,7 millas a Simon. Mañana, el trío debería trasluchar de nuevo a babor, lo que es menos favorable para Simon, que pierde su foil de estribor.
Los líderes deberían pasar por Point Nemo este viernes por la mañana. Es el punto más remoto del planeta y el más alejado de cualquier tierra. La isla más cercana está a más de 2.600 km y se dice que los humanos más cercanos son los astronautas de la Estación Espacial Internacional, ¡a 400 km sobre el océano! El temor a cualquier tipo de daño grave aquí o en los alrededores es el mayor temor de cualquier patrón, ya que la ayuda tardaría unos quince días en llegar a un marinero en apuros, aunque, por supuesto, en esta regata hay una cierta seguridad en los números como en ninguna otra Vendée Globe. Es cierto que Point Nemo nunca ha visto una procesión de IMOCA como ésta en las próximas tres semanas.
Los perseguidores están que arden
Detrás, a 600 millas, los perseguidores vuelan. El grupo de Thomas Ruyant (VULNERABLE, 4º) vira hacia el norte. Todos cargan contra el tiempo para realizar el clásico ala de gaviota (aprovechar la rotación del viento para cambiar de trasluchada), trasluchar y dirigirse hacia el este.
“Podrán acelerar a partir de esta noche, con más de 20 nudos de viento y un mar plano”, confirma Basile Rochut, asesor meteorológico. Estarán en un flujo del suroeste, lo que favorecerá la alta velocidad. A la cola de este grupo se encuentra ahora Justine Mettraux (TeamWork-Team Snef, 11ª). La capitana suiza ha trabajado duro para sacar el máximo partido de su favorable sincronización en la vanguardia del frente, que le ha permitido ser la más rápida. Pero a bordo ha sufrido:
“Tenía las condiciones más difíciles. Y tuve un problema con el indicador de viento, así que ya no tenía información sobre la fuerza y la dirección del viento. Todo era difícil, tenía que aguantar aunque era imposible frenar el barco. Creo que nunca había tenido una trasluchada tan complicada en un IMOCA” declaró Mettraux.
Sin embargo, la habilidad de Justine para mantenerse en cabeza le ha permitido ampliar la diferencia con sus dos perseguidoras. Sus antiguas «compañeras de fuga» Clarisse Crémer (L’Occitane en Provence, 12ª) y Sam Davies (Initiatives Cœur, 13ª) se encuentran a más de 800 millas por detrás de «Ju ju», cada vez más conocida por su ataque duro y consistente.
Actualmente, el dúo Crémer-Davies avanza en ceñida, atrapado entre una dorsal de altas presiones y un sistema de bajas presiones. Esta gran zona sin viento pronto atrapará a Damien Seguin (Groupe APICIL, 16º) y ya ocupa a Romain Attanasio (Fortinet-BestWestern, 15º). «Estuve parado toda la noche«, admite Attanasio.
Un poco más lejos, el grupo liderado por Isabelle Joschke (MACSF, 17ª), Alan Roura (Hublot, 18º), Giancarlo Pedote (Prysmian, 19º) y Jean Le Cam (Tout commence en Finistère – Armor-lux, 20º) progresa en un ángulo de alcance que debería llevarles hasta Nueva Zelanda. Podrían cruzar la latitud de Tasmania este viernes, lo que anunciaría su llegada al océano Índico. Las condiciones siguen siendo muy animadas para Antoine Cornic (Human Immobilier, 32º) por delante de un frente y sobre todo para Jingkun Xu (Singchain Team Haikou, 33º) que sigue mostrando una valentía sin concesiones, navegando más al sur. Las condiciones serán más intensas para el patrón chino, ya que se espera el paso de un frente el sábado y se prevén rachas de hasta 60 nudos.
Luchas y luces de esperanza
Visiblemente de delante a atrás, nadie está a salvo de los problemas técnicos. Después de 39 días en el mar, invitada a Vendée Live, la novata Violette Dorange (Devenir, 25ª) admitió estar “al límite” tras haber atravesado una borrasca de 50 nudos. “Se me rompió la corredera y pensé que me iba a desarbolar. Fue muy duro mentalmente”, admitió la patrona más joven de la regata.
Pero las noticias enviadas por los navegantes en las últimas horas son más tranquilizadoras. Así, Tanguy Le Turquais (Lazare, 22º) ha podido reanudar la regata tras una reparación de composite en su casco. Louis Duc (Fives Group-Lantana Environnement, 24º) ha tenido que reparar una rotura en la barra de conexión del timón. “¡He transformado mi bañera en un astillero! Me ha llevado tiempo, energía, estoy bastante quemado… Pero estoy contento de que el barco esté de nuevo en marcha y al 100%” nos declaraba Duc.
Para Denis Van Weynbergh (Grupo D’Ieteren, 36º), sus preocupaciones por la veleta parecen ya cosa del pasado. Ahora avanza por el océano Índico en una ruta muy septentrional, no muy lejos de Manuel Cousin (Coup de Pouce, 34º) y Fabrice Amedeo (Nexans – Wewise, 35º). El belga, de 57 años, disfruta sobre todo de la aventura:
“Mientras esté en la Vendée Globe, ¡sonreiré!. Hay muchas pequeñas alegrías que me levantan el ánimo, las puestas de sol, la sensación de que el barco se desliza sin esfuerzo, un trozo de chocolate, un buen café en una taza agradable, un pequeño aperitivo al día siguiente de subir al mástil Y la Navidad promete ser especial: hay muy poca gente que haya vivido la Navidad como patrón de una Vendée Globe. ¡Es un gran golpe de suerte!”, declaraba el belga Denis.
Fuente y Fotos:
Vendèe Globe