MINI TRANSAT 2025 LA BOULANGÈRE
LA ETAPA DE TODAS LAS POSIBILIDADES

- Salida el sábado a las 16:00 (hora francesa) de la gran etapa, de 2700 millas (5000 km) entre Santa Cruz de La Palma, en Canarias, y Saint-François, en Guadalupe.
- Entre la emoción y el nerviosismo: 89 patrones listos, ansiosos por competir y vivir una gran aventura a través del Atlántico.
- Tras el desfile de ayer para saludar a los canarios, es hora de los últimos preparativos y de estudiar la meteorología.
Tras un comienzo de regata convulso, una primera etapa cancelada y una apreciada escala en Canarias, la salida de la gran travesía se acerca a pasos agigantados. Las cosas serias vuelven para los 89 navegantes solitarios embarcados a bordo de barcos liliputienses, impacientes por volver a alta mar. Solo el japonés Hajime Kokumai (“DMG Mori Sailing Academy I”), víctima de un desafortunado accidente marítimo en el golfo de Vizcaya, no estará presente en esta segunda gran salida, tras la que tuvo lugar en Les Sables d’Olonne hace un mes.
Tras tres semanas de tregua, que han permitido reparar las velas y los barcos maltrechos por un comienzo exigente, todas las miradas se centran ahora en la gran travesía del Atlántico. Muchos han tenido que esforzarse al máximo para volver a ponerse en marcha. Y más concretamente en el caso de los barcos de serie, muchos de los cuales han sufrido problemas estructurales. Es el caso, en particular, de Amaury Guérin (Groupe Satov), que ha tenido que realizar importantes trabajos en la proa, muy dañada por los golpes de las olas en el golfo de Vizcaya.
¡Qué ganas de que llegue el sábado!
Comparte una larga «lista de tareas», en la que ya ha tachado todas las casillas, para permitir a su compañero de viaje «descender a toda velocidad por las olas del Atlántico». Lo mismo ocurre con el turco Deniz Bagci (Sonmez Gobal), bien posicionado en el grupo de líderes al inicio de la regata. “Todos los barcos del top 5 han sufrido daños. Hemos empujado mucho. La bomba de vacío sigue funcionando a bordo para terminar una última estratificación”, confiaba a principios de semana el estambulita. “He reparado mi spi medio, que se rompió después del waypoint, y estoy listo. Estoy deseando volver a navegar”, añade el que aspira a un buen puesto en el podio de la serie al término de una travesía que se anuncia especialmente reñida: “En el plano deportivo, tenemos una buena generación 2025. Para mí, hay una quincena de barcos capaces de ganar…”.

89 patrones en La Palma, 89 patrones en Saint-François: este es el mayor reto al que se enfrenta la flota, con todas las ambiciones puestas en esta única etapa, la más decisiva. El sábado, a las 15:00 hora local, la regata volverá a cobrar todo su protagonismo con 2700 millas de alto riesgo. En la categoría de prototipos, la batalla promete ser encarnizada, con Benoît Marie (Nicomatic – Petit Bateau) y su foiler de extraordinario potencial, que se perfila como el gran favorito. Las plazas en el podio y entre los cinco primeros tendrán aún más valor para muchos candidatos, ya que los contadores se han puesto más o menos a cero.
Los contadores de la motivación al máximo
Aunque ha podido reparar su barco, Mathis Bourgnon (Assomast) no oculta que parte con desventaja tras una primera etapa en la que ocupaba la quinta posición a pesar de varios problemas técnicos. ”He podido repararlo, pero ya no tengo el spi medio, que el reglamento no me ha permitido cambiar. No es lo ideal para una etapa de popa. No tengo las armas necesarias, pero voy a navegar sin complejos y luchar con mi medio motor como pueda a bordo de un barco más antiguo que los demás”, explica el patrón suizo.

En Canarias, todas las esperanzas siguen vivas, como destaca Robinson Pozzoli (UOUM), que no está descontento con este escenario que deja la puerta abierta a muchas posibilidades. “He intentado no ser demasiado agresivo para llegar a Canarias con el barco en perfecto estado. Lo he conseguido, pero no estoy contento con la forma de navegar en las zonas de transición, que me han hecho acumular retraso con respecto a los primeros», indica quien garantiza que la regata va a redoblar su intensidad hasta Guadalupe. Puede que la cosa se ponga loca con los que iban delante y pueden estar legítimamente enfadados por haber visto cómo se cancelaba la etapa cuando ya habían hecho el trabajo. Detrás, tenemos una oportunidad que hay que aprovechar. ¡Hay una energía loca y muchas ganas!”, advierte.
Alexandre Demange (DMG Mori Sailing Academy II), el único junto con Benoît Marie que ha llegado a La Palma sin hacer escala, comparte esta opinión. “Todos mis competidores directos ya han disputado esta transatlántica. Sería un error tener expectativas deportivas demasiado altas. Mi objetivo es disfrutar y dar lo mejor de mí mismo para no sentirme decepcionado con el resultado. Parto con la mente libre y también para representar a Hajime, mi compañero de equipo, que perdió su barco en la primera etapa. Eso me motiva aún más para superarme. Nunca habré pasado tanto tiempo en el mar y eso me angustia un poco. Tengo muchas ganas de ir, aunque no sé qué me espera…”.
Ahora le quedan menos de tres días para esperar, «morderse las uñas» antes de la tan esperada gran salida y el inicio de la caza de los vientos alisios en esta travesía transatlántica llena de descubrimientos…
Las declaraciones de los patrones

Noémie Catalano (Kokomo)
“No he tenido ningún percance en la primera etapa. Me he asegurado de no navegar más allá de lo que mi nivel me permite. No busco el rendimiento a toda costa, pero me siento un poco más estresada que al salir de Les Sables d’Olonne, porque soy consciente de que en esta etapa no hay margen para el error. Terminar la regata es la culminación de tres años de trabajo y tengo muchas ganas de llegar a Guadalupe; solo quiero una cosa: llegar al final. ¿Mis mayores temores? Una avería técnica grave en el barco.Tampoco quiero equivocarme con la meteorología y llegar 10 días después que los demás… ¡Pero eso no va a pasar! Hace dos años, tardaron entre 15 y 17 días… Llevo provisiones para 20 días, con muchos dulces, pero espero que no nos acerquemos demasiado a ese tiempo”.
Félix Oberlé (Big Bounce-Beltrona)
“Estoy deseando que llegue esta travesía. Es por esta etapa por la que compito en la Transat, ¡es bueno que se mantenga! Espero que tengamos buenas condiciones y poder seguir luchando con el grupo de cabeza. Todavía no he mirado mucho el tiempo, aunque tengo la impresión de que está menos definido que hace dos años y que probablemente tomaremos la ruta sur. Por ahora, estamos en una dorsal, ¡lo que debería permitir a los canarios vernos partir durante mucho tiempo! El primer reto será encontrar el viento. Para el avituallamiento, me he basado en las estadísticas de ediciones anteriores. No hago demasiadas concesiones en cuanto a la comida, he cogido para 16 días. En la primera etapa, incluso al atacar en los momentos más críticos, frené un poco y no sufrí ningún percance.Tanto el barco como las velas están al 100 %. Todavía tengo algunas cosillas que comprobar antes de sumergirme en la preparación meteorológica. Ya estoy empezando a meterme en mi burbuja. Aunque es una pena que se haya cancelado la regata, porque había empujado mucho y estaba muy metido en ella, eso no cambia gran cosa. Las condiciones que encontramos me dieron bastante confianza. Mi motivación sigue siendo vivir esta experiencia y aplicar lo que he aprendido para regatear bien. El resultado vendrá de ahí…”.

Ambre Hasson (On the road again II)
“Vuelvo al modo carrera. Reconozco que tres semanas son muchas: se pierde un poco el ritmo. La Palma es preciosa, pero no hay el mismo bullicio que en Les Sables-d’Olonne, donde se sentía que la salida era inminente. Aquí hemos llegado «fuera de carrera» y ahora volvemos a partir para la «verdadera» travesía. Es un poco extraño volver a este ambiente, pero pocoa poco empiezo a estudiar la meteorología. Al llegar a las Canarias, al amanecer, sentí el olor de la tierra desde el barco. Fue impresionante. Se ve la silueta de la isla dibujándose poco a poco, ese enorme pedazo de roca perdido en el Atlántico, es un momento mágico. La segunda etapa será completamente diferente. No es la misma perspectiva: la regata será más larga, pero el tiempo debería ser más clemente, salvo algunas tormentas. La idea es asegurarse de que nada se desgaste demasiado, cuidar el barco. Mi objetivo es llegar a Guadalupe orgullosa de mi carrera, de haber tomado las decisiones correctas, de haber alcanzado buenas velocidades y de haber evitado errores”.
Fuente y Fotos:
Mini Transat 2025 La Boulangère
