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VALLE DE LA RIBA, LA ARMADORA QUE RESCATA Y PRESERVA LA VIDA DE LOS BARCOS CLÁSICOS

VALLE DE LA RIBA, LA ARMADORA QUE RESCATA Y PRESERVA LA VIDA DE LOS BARCOS CLÁSICOS

La presidenta de la Fundación Vela Clásica de España navega a bordo del “Livia”, velero construido en Mallorca, en la regata Illes Balears Clàssics del Club de Mar-Mallorca

A bordo del “Livia”, velero construido en el Astillero Myabca de Pollença a principios de la década de 1960 sobre un diseño de Lewis Francis Herreshoff, Valle de la Riba navega entre recuerdos y proyectos. Tras una cuidadosa restauración que devolvió a esta embarcación su elegancia original, la presidenta de la Fundación Vela Clásica de España combina su papel de armadora con la gestión de una iniciativa dedicada a preservar y dar continuidad al patrimonio náutico clásico del país.

El diseño del Livia es de 1958, aunque se botó en torno a 1963 o 1964. La restauración ha sido más profunda de lo que pensábamos al principio, pero estamos encantados con el resultado. Es un barco precioso, elegante, y lo estamos disfrutando mucho”, explica.

De la Riba no solo es armadora del “Livia”, sino también impulsora de un proyecto ambicioso: la Fundación Vela Clásica de España. “La idea surgió al darnos cuenta de que, cuando nosotros no estuviéramos, nuestros hijos probablemente no querrían hacerse cargo de los barcos. Para nosotros son casi parte de la familia, y pensamos que otros armadores podían tener el mismo problema. Creamos la fundación para que losbarcos clásicos que se quedaran sin continuidad tuvieran un lugar donde ser mantenidos y restaurados, detalla.

La fundación ha levantado en Puerto Sherry una atarazana que ya está prácticamente terminada, destinada a la construcción, reforma y mantenimiento de embarcaciones clásicas. Además, desarrolla en la bahía de Cádiz programas para recuperar oficios tradicionales como el de carpintero de ribera o calafate.

Su vínculo con la vela clásica se afianzó cuando Puerto Sherry, junto con la Fundación Isla Lusitana, obtuvo el derecho de uso de los veleros históricos “Hispania” y “Giraldilla”. “Fue una idea de mi marido. Cuando él falleció al año de iniciar el proyecto, me hice cargo y descubrí este mundo apasionante. Navegar en un barco clásico es hacerlo a la manera antigua. Me encanta que los niños aprendan en ellos, porque encuentran maniobras que les resultan completamente nuevas. La madera, o la adoras o la odias… en mi caso, la adoro, confiesa.

Para la presidenta de la Fundación Vela Clásica de España, las regatas son esenciales: “Si no hubiera competiciones de clásicos, muchos armadores no tendrían el incentivo de mantener sus barcos. Esa sana competencia hace que hoy tengamos una flota magnífica. Sin regatas, irían desapareciendo poco a poco.

Actualmente, la fundación navega con el “Livia” y el “Gipsy”, mientras prepara la restauración de otras embarcaciones. “Ahora que la atarazana está casi lista, tenemos más barcos en cartera esperando su turno. Quizá el año que viene vengamos con uno más. Seguimos con mucha ilusión, abiertos a nuevos proyectos y disfrutando de esta maravilla que son los barcos clásicos, asegura.

Sobre si repetirá en la próxima temporada, Valle de la Riba no duda: “Por supuesto. Esta es una cita obligada. Aquí nos cuidan tanto en el agua como en tierra. Siempre hay que venir”.

Fuente y Fotos:

Mallorca Press

 

 

 

Author

Jose Ramón Louro